Él, caminaba por el parque y veía las sombras...perdón observaba las sombras. Solía decir que la gente no entendía nada porque no observaba, sólo miraban y caminaban como ciegos que habían desarrollado ya un sentido de alerta que les permitía vivir como si observaran verdaderamente. Él era Paco, pensaba que examinando las sombras se podía saber el lado oculto de los demás y el tipo de gente que era el dueño de aquella sombra.
Se la pasaba asustando a los más pequeños con sus ideas fuera de lo común y a veces hasta tenebrosas; sin embargo nunca nadie olvidará el día en que estuvimos reunidos en su casa para aquellas festividades del Día de San Valentín cuando Martín su mejor amigo llevó a su enamorada quien por primera vez aceptó salir con él de una manera tan formal, Paco sin siquiera mirarla a la cara y con los ojos fijos en su sombra le dijo “qué haces con esa ramera que se está burlando de ti” su frente estaba completamente encogida, su cara era de total indignación, no podía soportar tenerla cerca y se armó un gran escándalo por ello, él la echó de su casa y Martín se fue con ella prometiendo romperle la cara si se cruzaba en su camino. Sus hermanas, su madre y sus tías lo obligaban a que les dijeran porqué había actuado de esa manera, él sólo respondía “es cierto, ella se está burlando de él. Mírenle la sombra, miren detenidamente y verán que se ríe de él”. Esto acabó con la paciencia de todos quienes empezaron alejarse de Paco porque parecía estar demente, ahí fue cuando Paco empezó a volverse un tanto ermitaño.
Tiempo después llegó Martín a casa, llegó acongojado y nos contó que Rita la enamorada por la cual ocurrió todo ese embrollo estaba comprometida y lo había estado usando para divertirse mientras su futuro esposo trabajaba para pagar la lujosa boda que ella quería, desde un rincón se le escuchó a Paco decir “yo te lo dije y no me creíste” pero en lugar de que este hecho trajera la unión de los dos amigos, Martín le increpó el porqué no se lo había contado y le exigió que le dijera desde cuando lo sabía. Nadie creyó en Paco cuando aseguró que lo supo el día que se lo dijo, el día en que la conoció por primera vez...perdón en que conoció a su sombra porque nunca la miró a la cara.
La verdad es que todos pensaban que Paco era un excéntrico, por eso le habían aguantado muchas cosas pero lo último empezaba a preocupar a todos, a decir verdad a veces parecían creerle porque pasaban cosas muy raras, pero como siempre que hay algo que no podemos explicar lo negamos, nadie hablaba más del asunto. Como aquella vez en que Paco miró a su abuela totalmente sana y dijo “Pobre está muy enferma”, al otro día la abuelita cayó en cama de una enfermedad muy grave que casi la mata. Y cuando era niño, antes de que descubriera lo de las sombras, descubrió que mirando el movimiento de los ojos de la persona dormida podías intuir lo que estaba soñando y casi nunca fallaba, digo casi nunca porque a veces no podía ver los sueños pero siempre respondía “lo que pasa es que hay gente que no recuerda lo que soñó porque no puede ver bien su sueño y si ella no puede verlo mucho menos podré hacerlo yo”. Era una digna respuesta de un niño de su edad, esa no era la respuesta correcta.
Así pasaron los años y su familia se fue acostumbrando a sus teorías, pero ahora ya de adulto empezaban a preocuparse todos por él. Estudió Psicología pero lo abandonó porque decía que era un engaña muchachos, que allí no se aprendía nada sobre las personas. Pero esta vez él estaba dispuesto a comprobar que su hipótesis sobre las sombras era cierta, no sabía cómo pero lo iba a lograr así que empezó su labor de observador y todos los días paseaba por los parques a buscar sombras y comprobar lo que había visto conociendo a las personas. Hizo algunos amigos pero en cuanto comprobaba lo que quería los desechaba, eso provocó que las personas lo repudiaran y se corriera la voz de la clase gente que era. Un día decidió ir a una reunión de cristianos porque pensó que allí encontraría interesantes sombras, fue un despelote, provocó que lo echaran del lugar y todos quedaron muy ofendidos. Paco que nunca controlaba su indignación los llamó desde farsantes hasta sacrílegos y los acusó de andar lucrando con la fe de gente ingenua.
Mientras más sombras observaba se daba cuenta que las personas eran un manojo de defectos, que no hacían nada por ayudarse al contrario las escondían, por eso cada vez empezaba a convencerse que las sombras eran el reflejo de las malas acciones y pensamientos de quien las poseía. Frecuentó a muchas personas en este experimento. Conoció a un joven que cuando mencionaba a sus padres siempre sonreía, lo raro era que su sombra le decía que él tenía mucho resentimiento hacia ellos porque siempre prefirieron a su hermano menor, no parecía ser mala persona, pero guardaba mucho rencor dentro lo que haría que algún día se contaminara todo su ser, según las teorías de Paco.
Su mayor esfuerzo fue intentar hablar con un anciano amargado quien era conocido por sus hostilidades con la gente y lo malintencionado de cada uno de sus comentarios, volvía un caos cada vivienda a la que entraba con su lengua viperina, en una ocasión logró desintegrar un matrimonio con sus imparables chismes y comentarios. La gente solía decir que vivía amargado porque nunca pudo tener una familia ya que la persona con la que vivió 15 años de su vida un día lo dejó solo con una casa totalmente vacía, para irse al extranjero con su amante y los hijos de su amante, sólo le dejó una nota diciéndole que le agradecía los años vividos pero que no soportaba más pasar todo el día en casa sola mientras él trabajaba; sin embargo gracias a eso ella pudo tener una vida cómoda y los ahorros suficientes para fugarse y llevarse todas las cosas a otro país junto con su amante y los hijos de su amante a quienes sólo le alcanzó el dinero por tres meses, luego él consiguió a otra mujer con mucho más dinero para disfrutar de la vida cómoda a la que estaban acostumbrados, mientras ella trabajaba día y noche para que regresara a su lado. Pronto ella se cansó de todo y volvió al lado de su ex esposo a implorar su perdón y continuar llevando la vida cómoda que siempre tuvo a su lado, pero con la recia barrera que formó el rencor ni se inmutó por la triste situación de su ex esposa. Ella lloró, imploró y hasta se arrodilló para que por lo menos la dejara quedarse unos días hasta que pudiera conseguir un empleo o un lugar donde vivir. Ya que, antes de que todo pasara sólo fueron los dos siempre, solo los dos se tenían, y él lo sabía pero ya no le importó. Ni siquiera se compadeció la vez en que la vio dormir en la calle tapada con unos periódicos mojados por la lluvia, cuando la gente le reclamaba por su mal corazón él respondía muy acongojado “esto me duele más a mí, pero de algún modo tiene que aprender”, lograban convencer con esas falsas palabras pues en verdad no sentía nada y hasta gozaba cuando la veía en ese estado, hasta que desapareció y él jamás supo de ella, ni se inmutó con su desaparición como si nunca hubiera existido para él. Con los demás era bueno, noble, nadie podía decir nada malo de él pero en el fondo despreciaba a todos los que estaban a su lado y no soportaba ninguno de sus logros, cuando llegó a la vejez ya no pudo ocultar más sus odios y sus rencores, ya no pudo engañar más a la gente y todos los que alguna vez creyeron en sus palabras sinceras empezaban a darse cuenta que en realidad eran malintencionadas. En ese estado se encontraba Don Víctor cuando Paco lo conoció, Paco comprobó todas las maldades de su corazón y el envenenamiento del que había sido víctima Don víctor a causa del rencor, pero no hallaba diferencia entre la sombra y la persona, él era igual de oscuro y malévolo que su sombra, lo mismo le había ocurrido meses atrás cuando se hizo amigo de unos niños, la sombras no eran sombras, era tan claro como el alma de sus pequeños amiguitos, no había diferencia, ahora le volvía a fallar la teoría de las sombras, se hallaba a punto de darse por vencido y desistir de su idea loca sobre las sombras. Hasta que un día se le aclaró todo, se dijo a sí mismo “los únicos que son iguales a sus sombras son los niños y los ancianos, los niños porque son puros y no tienen maldad y los ancianos porque pasaron mucho tiempo sin deshacerse de su maldad y terminaron contagiándose por completo”. Había encontrado la solución, las personas que no tenían remedio eran las que se parecían a su sombra.
Muy contento por el descubrimiento fue donde uno de sus ex profesores -quien siempre reprobaba la ideas de Paco- y empezó con su teoría:
- Las sombras son como el armario del alma, cuando queremos hacer pasar a alguien a nuestra habitación pero no queremos limpiarla como es debido guardamos todo lo feo y lo que puede dar mal aspecto en el armario y a veces eso se queda allí por mucho tiempo hasta que hacemos una limpieza general y logramos deshacernos de todo u ordenar las cosas. Pues igual pasa con nuestra alma, nosotros por no limpiarla como es debido y no deshacernos de malos sentimientos, sólo la escondemos para que la gente no conozca nuestro lado sucio, todo eso se esconde en nuestras sombras. Cuando no llega el día de la “limpieza general” y pasa demasiado tiempo, igual que ocurriría con nuestro armario al abrir la puerta después de haber pasado gran parte de nuestra vida guardando cosas allí, todo cae contaminando todo nuestro ser, ya es demasiado tarde. Le pongo un ejemplo: Don Víctor escondió por mucho tiempo el rencor por lo que le ocurrió, todo fue almacenado en su sombra, todos los malos sentimientos que despertaba ese resentimiento pero - como a todos- eso le avergonzaba y lo escondía para que los demás no se dieran cuenta, pasó mucho tiempo almacenando esos malos sentimientos hasta que ya no hubo más espacio para esconder más cosas y todo terminó dentro de él y de su sombra.
Su maestro lo había escuchado muy impaciente pues Paco se había ganado la ojeriza de todos sus conocidos y ni siquiera podían soportar escucharlo. Paco notó la impaciencia de su oyente y muy encolerizado salió gritando e insultando “no te necesito, he comprobado lo que quería y ya no te necesito, eres un maestro mediocre que sólo engaña a los jóvenes con teorías que ni siquiera son tuyas” Paco siempre terminaba sus conversaciones de esa manera una vez que había logrado lo que quería.
Efectivamente, Paco logro descubrir el secreto de las sombras y fue el único que se atrevió a investigar más allá el porqué de las sombras. Pero él nunca pudo verme, estuvo tan ocupado en decirles a los demás lo que eran en realidad que no se le ocurrió mirarme y saber lo que él era y corregir sus defectos, un día no pudo más y él se volvió como yo, ahora somos dos sombras, las más oscuras que han existido. Ahora sí puede verme y sólo me tiene a mí, aunque quisiera no tenerme. Nadie mira nunca su propia sombra porque es su lado oscuro y tenebroso y la gente nunca ha querido ver lo que tiene de malo, hubiese querido que Paco al descubrir todo me mantuviera transparente como las sombras de los niños pero nunca me miró, ahora nos hallamos los dos solos encerrados en un pequeño cuarto donde a terminado Paco porque ya no tiene amigos y no hay nadie que quiera tenderle la mano, es un cuarto sucio que estaba abandonado, sin siquiera ventanas, no hay luz, la única luz que entra es la del sol y de la luna. Paco odia los días de Luna, porque nunca me he visto más grande y más oscura que en esos días, y él nunca se ha visto tan pequeño que en esos días…los días de luna llena.
Se la pasaba asustando a los más pequeños con sus ideas fuera de lo común y a veces hasta tenebrosas; sin embargo nunca nadie olvidará el día en que estuvimos reunidos en su casa para aquellas festividades del Día de San Valentín cuando Martín su mejor amigo llevó a su enamorada quien por primera vez aceptó salir con él de una manera tan formal, Paco sin siquiera mirarla a la cara y con los ojos fijos en su sombra le dijo “qué haces con esa ramera que se está burlando de ti” su frente estaba completamente encogida, su cara era de total indignación, no podía soportar tenerla cerca y se armó un gran escándalo por ello, él la echó de su casa y Martín se fue con ella prometiendo romperle la cara si se cruzaba en su camino. Sus hermanas, su madre y sus tías lo obligaban a que les dijeran porqué había actuado de esa manera, él sólo respondía “es cierto, ella se está burlando de él. Mírenle la sombra, miren detenidamente y verán que se ríe de él”. Esto acabó con la paciencia de todos quienes empezaron alejarse de Paco porque parecía estar demente, ahí fue cuando Paco empezó a volverse un tanto ermitaño.
Tiempo después llegó Martín a casa, llegó acongojado y nos contó que Rita la enamorada por la cual ocurrió todo ese embrollo estaba comprometida y lo había estado usando para divertirse mientras su futuro esposo trabajaba para pagar la lujosa boda que ella quería, desde un rincón se le escuchó a Paco decir “yo te lo dije y no me creíste” pero en lugar de que este hecho trajera la unión de los dos amigos, Martín le increpó el porqué no se lo había contado y le exigió que le dijera desde cuando lo sabía. Nadie creyó en Paco cuando aseguró que lo supo el día que se lo dijo, el día en que la conoció por primera vez...perdón en que conoció a su sombra porque nunca la miró a la cara.
La verdad es que todos pensaban que Paco era un excéntrico, por eso le habían aguantado muchas cosas pero lo último empezaba a preocupar a todos, a decir verdad a veces parecían creerle porque pasaban cosas muy raras, pero como siempre que hay algo que no podemos explicar lo negamos, nadie hablaba más del asunto. Como aquella vez en que Paco miró a su abuela totalmente sana y dijo “Pobre está muy enferma”, al otro día la abuelita cayó en cama de una enfermedad muy grave que casi la mata. Y cuando era niño, antes de que descubriera lo de las sombras, descubrió que mirando el movimiento de los ojos de la persona dormida podías intuir lo que estaba soñando y casi nunca fallaba, digo casi nunca porque a veces no podía ver los sueños pero siempre respondía “lo que pasa es que hay gente que no recuerda lo que soñó porque no puede ver bien su sueño y si ella no puede verlo mucho menos podré hacerlo yo”. Era una digna respuesta de un niño de su edad, esa no era la respuesta correcta.
Así pasaron los años y su familia se fue acostumbrando a sus teorías, pero ahora ya de adulto empezaban a preocuparse todos por él. Estudió Psicología pero lo abandonó porque decía que era un engaña muchachos, que allí no se aprendía nada sobre las personas. Pero esta vez él estaba dispuesto a comprobar que su hipótesis sobre las sombras era cierta, no sabía cómo pero lo iba a lograr así que empezó su labor de observador y todos los días paseaba por los parques a buscar sombras y comprobar lo que había visto conociendo a las personas. Hizo algunos amigos pero en cuanto comprobaba lo que quería los desechaba, eso provocó que las personas lo repudiaran y se corriera la voz de la clase gente que era. Un día decidió ir a una reunión de cristianos porque pensó que allí encontraría interesantes sombras, fue un despelote, provocó que lo echaran del lugar y todos quedaron muy ofendidos. Paco que nunca controlaba su indignación los llamó desde farsantes hasta sacrílegos y los acusó de andar lucrando con la fe de gente ingenua.
Mientras más sombras observaba se daba cuenta que las personas eran un manojo de defectos, que no hacían nada por ayudarse al contrario las escondían, por eso cada vez empezaba a convencerse que las sombras eran el reflejo de las malas acciones y pensamientos de quien las poseía. Frecuentó a muchas personas en este experimento. Conoció a un joven que cuando mencionaba a sus padres siempre sonreía, lo raro era que su sombra le decía que él tenía mucho resentimiento hacia ellos porque siempre prefirieron a su hermano menor, no parecía ser mala persona, pero guardaba mucho rencor dentro lo que haría que algún día se contaminara todo su ser, según las teorías de Paco.
Su mayor esfuerzo fue intentar hablar con un anciano amargado quien era conocido por sus hostilidades con la gente y lo malintencionado de cada uno de sus comentarios, volvía un caos cada vivienda a la que entraba con su lengua viperina, en una ocasión logró desintegrar un matrimonio con sus imparables chismes y comentarios. La gente solía decir que vivía amargado porque nunca pudo tener una familia ya que la persona con la que vivió 15 años de su vida un día lo dejó solo con una casa totalmente vacía, para irse al extranjero con su amante y los hijos de su amante, sólo le dejó una nota diciéndole que le agradecía los años vividos pero que no soportaba más pasar todo el día en casa sola mientras él trabajaba; sin embargo gracias a eso ella pudo tener una vida cómoda y los ahorros suficientes para fugarse y llevarse todas las cosas a otro país junto con su amante y los hijos de su amante a quienes sólo le alcanzó el dinero por tres meses, luego él consiguió a otra mujer con mucho más dinero para disfrutar de la vida cómoda a la que estaban acostumbrados, mientras ella trabajaba día y noche para que regresara a su lado. Pronto ella se cansó de todo y volvió al lado de su ex esposo a implorar su perdón y continuar llevando la vida cómoda que siempre tuvo a su lado, pero con la recia barrera que formó el rencor ni se inmutó por la triste situación de su ex esposa. Ella lloró, imploró y hasta se arrodilló para que por lo menos la dejara quedarse unos días hasta que pudiera conseguir un empleo o un lugar donde vivir. Ya que, antes de que todo pasara sólo fueron los dos siempre, solo los dos se tenían, y él lo sabía pero ya no le importó. Ni siquiera se compadeció la vez en que la vio dormir en la calle tapada con unos periódicos mojados por la lluvia, cuando la gente le reclamaba por su mal corazón él respondía muy acongojado “esto me duele más a mí, pero de algún modo tiene que aprender”, lograban convencer con esas falsas palabras pues en verdad no sentía nada y hasta gozaba cuando la veía en ese estado, hasta que desapareció y él jamás supo de ella, ni se inmutó con su desaparición como si nunca hubiera existido para él. Con los demás era bueno, noble, nadie podía decir nada malo de él pero en el fondo despreciaba a todos los que estaban a su lado y no soportaba ninguno de sus logros, cuando llegó a la vejez ya no pudo ocultar más sus odios y sus rencores, ya no pudo engañar más a la gente y todos los que alguna vez creyeron en sus palabras sinceras empezaban a darse cuenta que en realidad eran malintencionadas. En ese estado se encontraba Don Víctor cuando Paco lo conoció, Paco comprobó todas las maldades de su corazón y el envenenamiento del que había sido víctima Don víctor a causa del rencor, pero no hallaba diferencia entre la sombra y la persona, él era igual de oscuro y malévolo que su sombra, lo mismo le había ocurrido meses atrás cuando se hizo amigo de unos niños, la sombras no eran sombras, era tan claro como el alma de sus pequeños amiguitos, no había diferencia, ahora le volvía a fallar la teoría de las sombras, se hallaba a punto de darse por vencido y desistir de su idea loca sobre las sombras. Hasta que un día se le aclaró todo, se dijo a sí mismo “los únicos que son iguales a sus sombras son los niños y los ancianos, los niños porque son puros y no tienen maldad y los ancianos porque pasaron mucho tiempo sin deshacerse de su maldad y terminaron contagiándose por completo”. Había encontrado la solución, las personas que no tenían remedio eran las que se parecían a su sombra.
Muy contento por el descubrimiento fue donde uno de sus ex profesores -quien siempre reprobaba la ideas de Paco- y empezó con su teoría:
- Las sombras son como el armario del alma, cuando queremos hacer pasar a alguien a nuestra habitación pero no queremos limpiarla como es debido guardamos todo lo feo y lo que puede dar mal aspecto en el armario y a veces eso se queda allí por mucho tiempo hasta que hacemos una limpieza general y logramos deshacernos de todo u ordenar las cosas. Pues igual pasa con nuestra alma, nosotros por no limpiarla como es debido y no deshacernos de malos sentimientos, sólo la escondemos para que la gente no conozca nuestro lado sucio, todo eso se esconde en nuestras sombras. Cuando no llega el día de la “limpieza general” y pasa demasiado tiempo, igual que ocurriría con nuestro armario al abrir la puerta después de haber pasado gran parte de nuestra vida guardando cosas allí, todo cae contaminando todo nuestro ser, ya es demasiado tarde. Le pongo un ejemplo: Don Víctor escondió por mucho tiempo el rencor por lo que le ocurrió, todo fue almacenado en su sombra, todos los malos sentimientos que despertaba ese resentimiento pero - como a todos- eso le avergonzaba y lo escondía para que los demás no se dieran cuenta, pasó mucho tiempo almacenando esos malos sentimientos hasta que ya no hubo más espacio para esconder más cosas y todo terminó dentro de él y de su sombra.
Su maestro lo había escuchado muy impaciente pues Paco se había ganado la ojeriza de todos sus conocidos y ni siquiera podían soportar escucharlo. Paco notó la impaciencia de su oyente y muy encolerizado salió gritando e insultando “no te necesito, he comprobado lo que quería y ya no te necesito, eres un maestro mediocre que sólo engaña a los jóvenes con teorías que ni siquiera son tuyas” Paco siempre terminaba sus conversaciones de esa manera una vez que había logrado lo que quería.
Efectivamente, Paco logro descubrir el secreto de las sombras y fue el único que se atrevió a investigar más allá el porqué de las sombras. Pero él nunca pudo verme, estuvo tan ocupado en decirles a los demás lo que eran en realidad que no se le ocurrió mirarme y saber lo que él era y corregir sus defectos, un día no pudo más y él se volvió como yo, ahora somos dos sombras, las más oscuras que han existido. Ahora sí puede verme y sólo me tiene a mí, aunque quisiera no tenerme. Nadie mira nunca su propia sombra porque es su lado oscuro y tenebroso y la gente nunca ha querido ver lo que tiene de malo, hubiese querido que Paco al descubrir todo me mantuviera transparente como las sombras de los niños pero nunca me miró, ahora nos hallamos los dos solos encerrados en un pequeño cuarto donde a terminado Paco porque ya no tiene amigos y no hay nadie que quiera tenderle la mano, es un cuarto sucio que estaba abandonado, sin siquiera ventanas, no hay luz, la única luz que entra es la del sol y de la luna. Paco odia los días de Luna, porque nunca me he visto más grande y más oscura que en esos días, y él nunca se ha visto tan pequeño que en esos días…los días de luna llena.
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